quinta-feira, 25 de agosto de 2011

El bailar de un latir


Cuándo el viento sopla
Por las ventanas de mi vida
!Ay, que no me contengo!
Lo sigo, a buscar las almas
Del vacio de tiempo
Que siguen en la nuble que pasa.

Sigo a seguirlo;
Lo seguiré hasta encontrar
La emoción primera
Que me hizo quitarme
Exactamente donde estoy:
Adentro de un mundo
Que no compreende las emociones
Que parten del corazón.
Un mundo que sólo se sabe
Amar con la cabieza, con la razón.

Siento que estoy acá
Simplemente para enseñar
A esa mayoria insensible
Como debese amar.
Con una canción
De las campanas de mi corazón
-el latir incesante, bailante-,
Todo el gris de los puertos
De la gente, de los sonreísos,
Serán remediados.

Las buenas vibraciones
De esa canción que no cesa
Se tornarán inherentes
A los agudos oíntes,
A los eternos bailantes.
Todo ganará su color.

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